- Por Alfredo Martínez de Aguilar.
* La violencia en el Istmo es por el tráfico de drogas, armas, migrantes y el presupuesto del Programa de Desarrollo del Istmo, especialmente las obras del Corredor Interoceánico y del Ferrocarril Transístmico.
* Por la masacre de familias en Juchitán, el ataque al munícipe de Tapanatepec y el robo de la nómina en Matías Romero, no es descartable un escenario de más violencia durante la campaña y jornada electoral.
El baño de sangre y muerte, dolor e indignación que flagela a la región del Istmo de Tehuantepec deja entrever un sombrío panorama que amenaza complicarse en el actual proceso electoral.
La violencia es por el tráfico de drogas, armas, migrantes y los recursos del Programa de Desarrollo del Istmo, especialmente las obras del Corredor Interoceánico y del Ferrocarril Transístmico.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador atribuyó el retraso en las obras del Corredor Interoceánico y del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec a la presencia del narcotráfico.
El director general del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), José Sánchez Pérez, presentó el informe del periodo enero-marzo del ejercicio fiscal 2021 en el que describió esta situación:
“Actualmente el desarrollo de los trabajos sigue siendo gravemente afectado por bloqueos de comunidades que se encuentran dentro del derecho de vía federal que han presentado varios reclamos sociales, muchos de ellos ocasionados por otras dependencias (SCT, Pemex, CFE), fuera de la competencia del FIT y que han impedido la ejecución de las obras en tiempo y forma”.
Y detalló: “En términos generales, los retrasos a la fecha en obras en el Tramo I se deben al vandalismo que se vive en la zona por la delincuencia organizada por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación; obligan al contratista a adquirir material con sobrecostos, no siendo los propuestos de origen, ocasionando distancias de acarreos mayores a las previstas, por lo que el programa de trabajo se hace más lento en su avance”.
Por parte del cártel, agregó, ha realizado amenazas, levantamiento de personas y robo de materiales, al tiempo que se quejó que la Guardia Nacional se ha retrasado para salvaguardar bienes y personal de la obra.
A la presencia del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), en el retraso de las obras del Corredor Interoceánico se suma la resistencia de diversas comunidades y organizaciones indígenas.
Además de las demandas legales pendientes, la corrupción de los directivos de las constructoras no es ajena en la construcción del megaproyecto global del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Seguramente con base en reportes de inteligencia el mandatario estatal puso el dedo en la llaga al denunciar públicamente la presencia de capos de la mafia en el Cabildo de Juchitán de Zaragoza.
No es nueva la narcopolítica y narcoeconomía en las diversas regiones del Estado, particularmente en la Cuenca del Papaloapan, el Istmo de Tehuantepec, la Costa, la Mixteca y los Valles Centrales.
El 4 de marzo de 2021 la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, dijo en vísperas de las elecciones que Oaxaca es uno de los estados con violencia política, muertos y heridos.
La funcionaria federal reconoció en sus declaraciones que “el partido del crimen que intenta también competir hace campañas de miedo para intimidar: asesinan, amenazan, cooptan, imponen y financian”.
Agregó que en Morelos, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Veracruz, Sinaloa y Jalisco hay mayor riesgo que “los aspirantes y candidatos sean cooptados por grupos delincuenciales”. La narcoviolencia es de vieja data.
La masacre de familias en Juchitán, incluidas niñas y mujeres, así lo evidencia. A partir de estos hechos, no es descartable un escenario de más muertes durante la campaña y jornada electoral.
A querer o no, guste o no, la creciente polarización entre las beligerantes tribus de Morena es un factor que complica y agrava los escenarios políticos futuros a corto y mediano plazos.
Con la ejecución de Heber López Vásquez el propio gremio periodístico ha sido golpeado por la creciente espiral de brutal violencia. La ejecución involucra a la ex Agente de las Salinas del Marqués.
Arminda Espinosa Cartas y su hermano Ricardo, no es el único caso de militantes de Morena vinculados a la violencia. Ricardo es esposo de la presidenta municipal priista de Jalapa del Marqués.
Humberto López Parrazales, dirigente del Frente Unido de Comunidades Oaxaqueñas (FUCO) en la zona oriente del istmo y alcalde de San Pedro Tapanatepec, fue víctima de un atentado a balazos.
En el ataque armado murieron en el lugar su fotógrafo y su chofer, mientras el alcalde recibió un disparo.
Lo peor de todo es que, sin alarmismo, es obligado advertir que continuarán las muertes.
Abusando de la ingenuidad de la alcaldesa de Morena, Obdulia García López presuntamente personal del propio Ayuntamiento de Matías Romero robó la nómina en el palacio municipal.
Para coordinar acciones con el gobierno federal, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa presidió la Mesa de Seguridad en el Istmo en las instalaciones de la 46 Zona Militar en Ciudad Ixtepec.
En los operativos conjuntos participan la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca y la Fiscalía General del Estado.
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