El delfín nariz de botella se ha convertido en un atractivo más del sur de Tamaulipas, compitiendo con el Juancho y las iguanas de Tampico, así como los mapaches y marcianos de playa Miramar.
Especialistas comentan que en México se encuentra el 53 por ciento de la diversidad mundial de estos cetáceos, por lo que la conservación de sus poblaciones es esencial para la atracción del turismo como la flora y fauna marina.
Normalmente la distribución de estos delfines es muy variada; se pueden encontrar en cuerpos de agua dulce, estuarios, lagunas costeras y oceánicas.
Es ahí donde se puede ver la interacción de estos mamíferos marinos y las personas ya que están en constante búsqueda de interacción social, permitiendo a muchos bañistas el comprobar y experimentar esta vivencia única.
Los delfines nariz de botella requieren tener un desplazamiento diario para poder alimentarse cerca de la orilla o en zonas marinas profundas, como es el noroeste del Atlántico y Golfo de México, en donde mantienen un círculo protector alrededor de los miembros débiles de la manada y atacan con saña a cualquier cosa o ser vivo que se acerque en actitud amenazante.
Al grado que pueden matar a los tiburones, por ello la mayoría de los depredadores echan un vistazo y luego simplemente se alejan nadando, convirtiéndolos en los grandes protectores de los bañistas que acuden a disfrutar de la playa Miramar.
En muchos países, como en México, hay diversas amenazas que rondan a las poblaciones de delfines nariz de botella, que los afectan tanto directa como indirectamente, entre las cuales se encuentran las naturales y antropogénicas.
Entre esta última destaca la cacería, la pesca incidental, los conflictos con las pesquerías, la contaminación y el tránsito marítimo, entre otras.
Y a pesar de que en nuestra zona costera no se ha detectado la cacería deliberada mediante el uso de arpones, lanzas o redes, sí se ha observado una sobre mortalidad de estas especies tanto en el sur de Tamaulipas como del norte de Veracruz.
Es una especie amigable con el ser humano y muy carismática; según los estudios, por el tamaño de su cerebro, el delfín es el segundo ser vivo más inteligente del planeta y emite sonidos agudos y especiales para comunicarse.
En Ciudad Madero, donde se ha convertido en uno más de los atractivos turísticos que posee playa Miramar, la cual cuenta con dos certificaciones a nivel nacional e internacional.
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