Los manifestantes, a quienes el presidente llama terroristas, protestan contra el aumento de los precios del combustible.
El gobierno de Kazajistán ha callado el grito de inconformidad de decenas de protestantes, luego de que el presidente Kasim-Yomart Tokáyev diera la orden de disparar a matar, si ofrecían resistencia a las autoridades, en contra de estas personas, a quien ha considerado «terroristas» y que en los últimos días han generado graves disturbios en el país.
«Di la orden a los órganos de la policía y el Ejército de disparar a matar sin previo aviso», dijo el mandatario, al alertar de que no dialogará «con bandidos armados y preparados, tanto locales como extranjeros».
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