22 de diciembre de 2024

Prudente reflexionar que la violencia hacia las mujeres

Con una estadística preocupante de al menos 26 mujeres asesinadas en territorio oaxaqueño, del primero de enero al primero de marzo de este 2022, ciertamente, no es un panorama halagüeño, para celebrar el “Día Internacional de la Mujer”, instituido por la Organización de las Naciones Unidas, desde 1975. Oaxaca, después de la Ciudad y del Estado de México está entre las primeras cinco entidades del país con el mayor número de feminicidios.

Según algunas fuentes, el origen del Día Internacional de la Mujer se remonta hasta 1910, momento en que la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, designó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora con el fin de alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres en todo el mundo.

Sin embargo, hoy hemos visto en el país, escenas ominosas. Sin duda alguna, México está podrido por la violencia prohijada por los grupos criminales y la política del avestruz, es decir, esconder la cabeza, que se practica en las altas esferas de la Federación. Los feminicidios, el aumento en las desapariciones, la violencia política y otros fantasmas que laceran a México y a Oaxaca en particular, deben ser vistos y analizados como afrentas al Estado de Derecho.

En este breve período de tiempo, nos hemos enterado por los medios o redes sociales, de casos en verdad escalofriantes, en donde las mujeres son las víctimas. Sin embargo, no sólo los feminicidios son preocupantes, sino otros delitos graves como las desapariciones forzadas y la trata de personas. Los grupos criminales han diversificado su menú de ilícitos. Las redes sociales han sido el motor de enganche, en donde también se ha puesto en la mira a niñas, menores de edad.

En las olas migratorias que han ingresado al país de manera constante, las cuales forman parte de un esquema global de crisis humanitaria, las mujeres han sido también víctimas de explotación, discriminación y violencia. Sin embargo, más allá de escenarios cruentos, es factible aprovechar esta fecha para hacer un análisis respecto al papel relevante que ocupa la mujer en el mundo y la lucha para constituirse en pilar fundamental de la democracia, la batalla por la equidad y la igualdad de oportunidades.

Por todo lo anterior, es prudente reflexionar que la violencia se ha generalizado y no puede paliarse con más violencia o acciones fuera de la ley. La paz social, la civilidad y la tolerancia, no deben ser vistas como una cuestión de género, sino como una exigencia de la sociedad en su conjunto, hoy lacerada por pandemias, conflictos bélicos y otros fantasmas. (JPA)