22 de diciembre de 2024

Xiomara Castro, la primera mujer presidenta de Honduras

Lo que ha ocurrido en territorio hondureño era algo impensable para Antonia Castro, una oriunda del departamento de Atlántida, que salió de su natal Tela en 1986 para establecerse en Los Ángeles, debido a la falta de fuentes de trabajo y pobreza, pero también debido a la marginación de las comunidades garífunas y al machismo enquistado en la sociedad.

“Nunca me lo imaginé que iba a haber una mujer que por primera vez sería presidenta”, dice Castro, de 60 años, con gran emoción por la esperanza que representa la nueva Jefa de Estado que contó con 1.7 millones de votos (51.12%), superando por más de 476 mil sufragios al candidato del oficialismo, Nasry Asfura, quien junto al Partido Nacional obtuvo 1.2 millones de votos (36.9%).

“En nuestro país hay mucho machismo”, reconoce la inmigrante residente en el sur de Los Ángeles, por eso asegura que la presidenta Castro, postulada por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE), representa “un empoderamiento para esas jovencitas o adolescentes; van a mirar que se puede soñar, al ver a esta presidenta gobernando un país”.

El triunfo que ahora celebran las mujeres en Honduras, resultado de muchos años de lucha, es el camino que otras naciones del continente han emprendido, pero los frutos se han visto solamente en un puñado de países, otros como Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Perú, Colombia, Venezuela, Uruguay y Paraguay, es un desafío pendiente.

“En la historia global ha habido una tendencia muy machista, las presidentas mujeres recién han empezado a surgir; en Estados Unidos no tenemos una presidenta mujer”, cuestiona Milagros Lizárraga, activista peruana quien destaca que en su nación de origen la administración de la cosa pública sigue estando en manos de hombres.

En al menos tres oportunidades, la derechista Keiko Fujimori ha llegado a la segunda ronda electoral en Perú, pero al estar marcada por el lastre de su padre, el exmandatario Alberto Fujimori, no ha logrado llegar a la presidencia. Otra mujer que ha destacado es Verónika Mendoza, pero igual se ha quedado en el camino.

“El acceder a un puesto debería ser por la capacidad, el equipo de trabajo y todo lo que uno trae, independientemente del género que sea, pero todos debemos tener las oportunidades para competir de igual a igual”, agregó Lizárraga, asegurando que la resistencia para que las mujeres lleguen al poder “es una cuestión mundial”.