ANTAGONISTA
Por: Efraín Vásquez
México es el país mas inseguro para el ejercicio periodístico, según lo reportó la agencia internacional Reporteros Sin Fronteras (R.S.F.), esto se deriva del hecho que en menos de 15 días se asesinaran en el país a 2 periodistas, sin embargo un par de días después de que la agencia exhortará enérgicamente a los gobiernos estatales, de Veracruz y Baja California así como al gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador de hacer todo lo posible por esclarecer estos crímenes, es asesinada en estado de Baja California también, Lourdes Maldonado, una reconocida periodista con una larga carrera dentro del gremio y quien mantenía un pleito legal con el ex gobernador de baja california Jaime Bonilla, del cual el 19 de enero la periodista ganó un litigio laboral por despido injustificado en una de las empresas del ex mandatario estatal.
«2022 se ha estrenado con un baño de sangre para el periodismo mexicano”, se lamenta el director de la Oficina de RSF en América Latina, Emmanuel Colombié. “Estos dos asesinatos, cometidos con tan solo una semana de diferencia, hacen presagiar otro año sangriento para la libertad de prensa en el país. Sin embargo, esta violencia que se ceba con los periodistas y la impunidad que habitualmente la sucede no deben considerarse como una mera fatalidad. Las autoridades federales y la policía de Veracruz y Baja California tienen que hacer todo lo que esté a su alcance para identificar y detener a los autores de estas ejecuciones cobardes. Los mecanismos de protección también deben reforzarse”, reportó la agencia (R.S.F.) en su portal oficial.
Es necesario mencionar que el asesinato de esta última comunicadora sucedió en medio de un contexto muy complicado pues en marzo de 2019 le reportó personalmente al presidente Andrés Manuel López Obrador en una de sus conferencias mañaneras la situación de hostigamiento de la que estaba siendo victima y de la preocupación profunda que sentía por su vida ya que en ocasiones diversas llegó a ser amenazada distintas formas.
Estos hechos nos remiten a casos como el de Rubén Espinosa Becerril periodista asesinado en 2015 y Digna Ochoa activista de derechos humanos asesinada en 2001 por mencionar los más emblemáticos y los más característicos, pues a decir de esto en 2001 el país era gobernado por la derecha conservadora Foxista, en 2015 era la derecha PRIista de Peña Nieto la que dirigía el país y ahora en 2022 sucede lo mismo con la izquierda radical de Andrés Manuel López Obrador al poder, y puede que esto no cobre relevancia ante muchos ojos, los asesinatos ya ocurrieron y nada regresará a los periodistas con sus familias, sin embargo en el momento de la impartición de justicia esto puede sentar un precedente, no solo para el gremio periodístico, si no para libertad de expresión en general dentro del país.
Todos estos asesinatos se pudieron haber evitado, pues en todos estos hubo alertas previas que las mismas victimas hicieron públicamente sin embargo los organizamos encargados de brindar seguridad y respaldo a comunicadores y activistas en estos casos han sido incompetentes en las 3 administraciones pasadas y en esta, eso hablando solo del 2000 a la fecha, lapso en el cual según el organismo «Articulo 19» había documentado 145 asesinatos de periodistas,a los cuales se le sumarán estos tres asesinatos más.
El tema de la prevención de violencia ya se perdió para esta administración, en ese tema no es mejor que el PRI o el PAN y eso está demostrado irrefutablemente, tres periodistas asesinados en menos de un mes lo confirman; ahora toca el tema de la justicia.
Esta administración aun tiene el derecho y la oportunidad de marcar una diferencia de sus homólogos pasados y es en cuanto a las investigaciones y aclaraciones de estos crimines respecta, que no son del todo hechos aislados, en perspectiva hablan de una violencia generalizada y de una libertad de expresión cooptada a nivel nacional y los hechos señalan que son temas añejados.
Las vidas no se recuperarán, eso es un hecho doloroso para muchos, y benéfico para quienes intentan acallar voces, sin embargo para la política progresista con discurso de radicalidad en cuanto a corrupción se refiere, es una oportunidad excelente de reivindicar su causa y su congruencia, el hecho de llegar hasta la ultimas conciencias sin importar el “caiga quien caiga” hablará mucho sobre su legitimidad, podrán decir que quizás se cometieron errores de vigilancia y de prevención que costaron vidas valiosas, pero en memoria de esas personas se va hacer justicia, a toda vez de que esto ya haya sido resuelto y los culpables materiales e intelectuales hayan sido encarcelados y enjuiciados, aunque es verdad que a México le va a parecer un discurso trillado si solo se dice, pero al final es la historia y los precedentes se que se siembren los que tendrán el eco y la última palabra.
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