22 de diciembre de 2024

La OTAN a Rusia: «Sólo nosotros decidiremos quién y cuándo se puede unir a la Alianza»

«Estamos en un momento decisivo para la seguridad europea. No ha sido una discusión fácil, pero exactamente por eso era tan importante tenerla. Hemos tenido un intercambio serio y directo sobre Ucrania y los aliados hemos reafirmado la política de puertas abiertas y la capacidad de cada país de elegir su Defensa. Sólo Ucrania y los 30 aliados pueden decidir si es el momento para una adhesión, nadie más». Con este mensaje ha sintetizado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el primer encuentro de hoy cara a cara con Moscú, el primero en más de dos años.

En 2019, el Consejo bilateral Rusia-OTAN dejó de reunirse. Desde entonces, la situación no ha dejado de deteriorarse, hasta el punto de que tras la expulsión de varios diplomáticos, acusados de espionaje, las oficinas de ambas partes están ahora mismo clausuradas y los canales de comunicación, militares y civiles, prácticamente cerrados. Un peligro real en uno de los momentos más delicados de los últimos años, con Moscú acumulando tropas y material en la frontera de Ucrania y esbozando su chantaje para intentar arañar lo que lleva años buscando: que sus vecinos se comprometan a no aceptar más miembros, tanto si son ex repúblicas soviéticas como los países escandinavos. «Hay un riesgo real de conflicto armado», ha destacado Stoltenberg, tal y como ocurrió en 2014.

La respuesta hoy ha sido la esperada: no. La OTAN no cerrará las puertas a nadie por la presión de terceros. Es evidente que dentro de la Alianza hay dudas sobre Ucrania, y miembros partidarios de no forzar nada ahora mismo, bien porque Ucrania no está lista bien porque ven un riesgo innecesario en presionar ahora a Moscú. Pero hay unanimidad en que los términos se fijan en casa, no con amenazas. Y lo mismo vale para otra de las demandas rusas, la retirada de tropas en el Este, tanto en los países bálticos como en Polonia, por ejemplo.

La tensión, sin embargo, requería un deshielo, y todas las partes están satisfechas de que se haya producido. No es sólo la reunión de hoy en Bruselas, sino el encuentro estos días en Suiza entre delegaciones rusas y norteamericanas, así como los contactos que seguirán esta misma semana en el seno de la OSCE. Algo ha cambiado, pero está por definir con qué resultados. No hay avances concretos, no hay promesas ni acuerdos.

Los aliados han propuesto que se retomen inmediatamente los contactos regulares, pero los diplomáticos de Vladimir Putin no estaban en condiciones de aceptar, ha explicado Stoltenberg. «No han rechazado tampoco la idea», ha añadido, por lo que Bruselas queda a la espera de una respuesta más clara. Y lo mismo vale para la reapertura de las oficinas. La OTAN no tiene «ninguna condición previa» para que los rusos vuelvan y espera que lo mismo pueda ocurrir por la otra parte, puesto que en Moscú sí se forzó la salida.