Narcotraficantes que coordinaron toneladas de envío de droga desde Centroamérica y México hacía Estados Unidos durante décadas, y que así hicieron grandes fortunas entre las que destacan armas de oro, obras de arte, animales pura sangre, fincas… Y ahora dicen no tener más dólares en sus bolsillos.
Expedientes judiciales revelan que los narcos que se dicen pobres son Carlos Montemayor El Charro, suegro del narcotraficante Édgar Valdez Villarreal; Benjamín y Eduardo Arellano Félix, del cártel de Tijuana; Juan Gerardo El Huevo Treviño Chávez, cabecilla de Los Zetas, y Joaquín El Chapo Guzmán, capo de la mafia de Sinaloa.
De la opulencia, de la ropa vistosa, de los vehículos de lujo, de las casas con estilos griegos e incrustaciones de mármol, han pasado a vestir el jumper naranja, en una diminuta celda en penales de máxima seguridad ya utilizar abogados de oficio o en algunos casos litigantes inexpertos.
Aunque los fiscales de Estados Unidos han asegurado que estos narcotraficantes hicieron fortunas derivadas del tráfico de drogas, el secuestro, la extorsión y el lavado de dinero, mientras vivieron en México mantuvieron ostentosos privilegios, cuando pisaron una corte federal aseguraron ante los jueces ya no tener dólares en los bolsillos.
Más historias
Inauguran electrificación en Guadalupe Victoria: un derecho hecho realidad
Realizará Ayuntamiento conversatorios sobre su colección editorial
Rehabilita Ayuntamiento las calles Saturno, Mercurio y Rayando el Sol de la colonia Estrella