Porque se requiere del ingreso que aporta, ya sea por la ausencia del padre o la madre o porque alguno de ellos está imposibilitado para ser económicamente activo, en Oaxaca 186 mil 881 menores de entre cinco y 17 años trabajan.
En su mayoría realizan ocupaciones no permitidas o quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas, incluyendo actividades pesadas o riesgos de quemaduras al manipular el fuego al momento de cocinar.
Si bien el trabajo infantil se da en la informalidad, sin seguridad social o un contrato que les garantice sus derechos laborales a los que acceden de manera prematura, en Oaxaca son 16 mil 931 menores de 18 años quienes trabajan en condiciones muy precarias, ya sea en las actividades agropecuarias o de servicios como el comercio.
«Es muy complicado disminuir el trabajo infantil, más en hogares donde requieren ingresos por falta del padre o la madre o porque alguno de ellos enfermó», reconoció el subdirector de Integración y Análisis de la Información del Inegi en Oaxaca, David Ezau Pérez Montiel.
Para el funcionario «mucho del trabajo infantil está en el campo y cuidado de animales», a la par que el comercio, ya que en el sector secundario de la construcción, industrias manufactureras y minería donde es menos fácilmente se va a incorporar un menor de edad, pero si se presenta», por lo que ocho de cada diez casos se presenta en el sector primario y terciario.
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