Desde hace varios meses, cientos de familias que habitan en la zona de Trinidad de Viguera y Pueblo Nuevo en la capital oaxaqueña, han atravesado una severa escasez de agua, poniendo en riesgo su salud y afectando la economía familiar, ya que han tenido que recurrir a la compra de pipas de agua potable, que oscilan entre los 800 y los 2,800 pesos según la cantidad de litros.
Ante la falta de una respuesta clara por parte de las autoridades estatales y municipales, el pasado viernes y este lunes, un grupo de vecinos decidió salir a las calles para exigir una solución a esta problemática, bloqueando la carretera federal 190 a la altura del monumento a Juárez y manifestándose afuera del Palacio del Gobierno del estado.
Durante la movilización, los afectados indicaron que han sostenido reuniones con funcionarios de el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Soapa), pero después de varias semanas no se ha logrado resolver el problema. Por el contrario, se ha ido agravando, aunado al pago puntual que exige la dependencia pese a no contar con el servicio.
Por ello, convocaron a una asamblea informativa para este lunes 2 de octubre a las ocho de la mañana, en donde decidieron activar bloqueos y protestas en la vía pública.
Por su parte, el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Soapa) ha intentado deslindarse del conflicto y delegarlo a la Secretaría de Gobierno, no obstante, según los propios funcionarios estatales, el desabasto se debe a que el municipio de San Agustín Etla, que surte de agua a esa parte de la ciudad, ha decidido cortar el suministro ante la falta de recursos para la ejecución de obra pública.
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