23 de diciembre de 2024

Reportan 763 nuevos casos de desnutrición en Oaxaca

No obtener los nutrientes suficientes que el cuerpo necesita ha propiciado que a lo largo de este 2023 en Oaxaca se detecten 763 nuevos casos de desnutrición, un padecimiento que puede abrir la puerta a otras enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión o alguna incapacidad.

De la totalidad de casos documentados por la Secretaría de Salud Federal, 53 son desnutrición severa, afectando principalmente a mujeres con 37 de los casos, ya que los otros 16 corresponden a hombres.

De desnutrición moderada se han reportado 88 casos en este 2023, distribuidos en igual cantidad entre hombres y mujeres con 44 casos en cada grupo poblacional, mientras que de desnutrición severa los casos son más abundantes con 622 casos.

En la desnutrición leve se muestra también una tendencia mayor en mujeres con 334 casos y 288 en hombres. Este tipo de desnutrición tiene un incremento del 24.1 por ciento en comparación con los 501 casos de 2022.

Una mala nutrición evidencia las carencias, pero también los excesos y los desequilibrios en el consumo de calorías y nutrientes de una persona, por lo que la Organización Mundial de la Salud advierte que esta condición puede propiciar un peso insuficiente respecto de la talla o un retraso en el crecimiento o un peso insuficiente.

Cuando la desnutrición se presenta en la infancia, ésta hace mucho más vulnerables a niños y niñas a enfermedades e incluso a la muerte.

La mala alimentación y la desnutrición se cuentan entre los principales factores de riesgo de enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares que incluyen el infarto de miocardio y los accidentes cerebrovasculares, pero también algunos cánceres y la diabetes.

Las mujeres, las niñas, niños y adolescentes están particularmente expuestos a la malnutrición cuyos riesgos se multiplican por la pobreza, por lo que desde la concepción y antes del segundo año de vida se debe optimizar la nutrición.

La Organización Mundial de la Salud advierte también que una mala nutrición aumenta los costos de la atención de salud, a la vez que reduce la productividad y frena el crecimiento económico.