DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo Martínez de Aguilar
* Para indignarse basta ver la fotografía del profesor jubilado Jorge Antonio Hernández Fuentes huyendo en bata y suero del Hospital Regional Presidente Juárez del ISSSTE, harto de la desatención deshumanizada del personal.
* El hecho ha valido madre al director del Hospital y a la dirigente de la Sección XXII de la CNTE, Yenny Araceli Pérez Martínez, a pesar de su activismo radical, al igual que la presidenta “florero” de la DDHPO, Elizabeth Lara Rodríguez.
El grave proceso de degeneración de la austeridad republicana convertida en pobreza franciscana y perversamente aterrizada en “austericidio” ha hundido en el peor colapso de la historia al sector salud Si ya de suyo es grave el regateo de recursos a medicamentos, insumos, equipos y personal médico, el problema se complica con la creciente deshumanización, pero sobre todo por la escandalosa corrupción.
El Gobierno mexicano de la Cuarta Transformación otorga menos recursos a enfermos y entregan cantidades multimillonarias a los militares de las fuerzas Armadas, Sedena, Guardia Nacional y Marina.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador castigó el fondo para apoyar gastos médicos catastróficos de las familias y privilegió los fideicomisos militares, a pesar de que ha criticado la opacidad de esa figura.
El Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que financia los tratamientos de cáncer infantil, disponía el sexenio pasado de más de 10 mil millones de pesos en el presupuesto del Seguro Popular.
Este sexenio, con el Insabi y el Fondo de Salud para el Bienestar, la inversión en el segundo trimestre de 2022, fue de apenas 52 millones de pesos, según reveló un análisis de la organización México Evalúa.
Mientras que, por ejemplo, en 2018 se destinaron 300 millones de pesos al financiamiento de los tratamientos de cáncer infantil, para 2021 la inversión fue escasamente de 15 millones de pesos.
En cambio, los fideicomisos de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar) aumentaron 124 por ciento en solo tres meses, y al cierre de marzo sumaron 134 mil 547 millones de pesos.
Basta ver la fotografía del profesor jubilado Jorge Antonio Hernández Fuentes huyendo en bata y suero del Hospital Regional Presidente Juárez del ISSSTE, harto de la desatención deshumanizada del personal. Hasta la madre de la pésima atención médica y de esperar por horas en una vieja y dura silla en el pasillo que no le permitió dormir, el profesor de la Sección XXII de la CNTE, huyó del hospital en bata y suero.
“No hay ni siquiera tripiés; les pedí por favor que me dieran una camilla o una cama, no pude dormir bien toda la noche, y me dijeron que no hay porque está saturado el hospital”, denunció el paciente.
Aunque una imagen dice más que mil palabras, el hecho ha valido madre al director del Hospital y a la dirigente de la Sección XXII de la CNTE, Yenny Araceli Pérez Martínez, a pesar de su activismo radical.
Ante el rezago en cirugías programadas y atención deficiente, recientemente exigió atención digna a los trabajadores de la educación, y dotar de insumos y medicamentos a las clínicas y hospitales del ISSSTE.
La presidenta “florero” de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), Elizabeth Lara Rodríguez, guarda silencio cómplice. Hasta el momento no han fijado un posicionamiento.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila
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